miércoles, 19 de junio de 2013

Miley Cyrus - vídeo de We Can't Stop, crecer no significa hacerse la malota, querida Destiny Hope.

Aún recuerdo con melancolía cuando, hace un par de años, Miley Cyrus se decidía a crecer. Con su disco Can't Be Tamed, una sexy, crecida y atrevida Miley nos presentaba un disco pop con toques electrónicos, con dos singles y sus respectivos vídeos que nos hacían decir "qué bien ha crecido esta chica". Ahora, en 2013, en pleno apogeo de Rihanna, la Cyrus nos presenta un descarte del casi redondo Unapologetic de la de Barbados, We Can't Stop, y su respectivo vídeo.

Lo que me apasionó de Can't Be Tamed, primer single del disco homónimo, era su vídeo. Un vídeo visual, muy bien hecho, que entre jaulas, bailes y disfraces nos metía en la cabeza el mensaje de todo el disco: Miley había renacido y nadie podía domesticarla. Y bueno, comercialmente no fue un puntazo, pero la ex-Hannah Montana pudo demostrar que no era una niña, tanto física como mentalmente.
Ahora, sin embargo, nos presenta un vídeo musical vacío, tonto, tan poco sutil en el ámbito sexual que es como si la Miley de los caninos inferiores de oro nos diese una torta y nos dijese "¡eh, soy una guarra!".
Que sí, que el tema de la canción es la fiesta, pero también lo era el de Who Owns My Heart y el vídeo no me horrorizó en absoluto. A ver, mona, que tienes buen culo, pero no tienes que mostrarlo cada quince segundos ni permitir que gente variopinta (que si un travesti, que si tres mujeres de talla grande) te lo azoten. Ni ponerte a cuatro patas fingiendo sexo anal con tu amiga. Ni sacar la lengua cada dos por tres. Ni creerte sexy en la bicicleta estática. Ni chupar una muñeca vestida como tú. Ni, y esto sí que no, poner el culo en pompa en la bañera (cake like Lady Gaga).
Vamos, que el resultado no podría ser peor. Una absoluta decepción por parte de Miley. Os dejo opinar a vosotros. ¡Dentro vídeo!

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