Pongámonos en situación. Hace unas semanas, tras un año de hype en las redes con hashtags, portadas fan en Instagram (imperdonable, por cierto) y un número desorbitado de productores y colaboradores, se filtran dos temas del nuevo disco de Madonna: Rebel Heart y Wash All Over Me. Madonna, a pesar de postear una foto de un iPod nano roto y mostrar su cabreo, no hace nada, por lo que hace unos días se filtraron alrededor de 13 demos, con temas como Living For Love, Joan Of Arc o Revolution. Ante ello, hoy se saca a pre-order el disco número trece de Madonna, con 6 canciones como adelanto, incluyendo, con una versión nueva según se dice (no he escuchado una sola filtración), Living For Love como primer single. Con un elenco enorme de productores y colaboradores, entre los que se encuentran Natalia Kills, Kanye West, Diplo y Avicii, Rebel Heart saldrá a la venta el 10 de marzo, lanzándose más temas el día después de los Grammy, 9 de marzo. Cabe destacar la impresionante portada, para mí la mejor de su discografía, con un pequeño guiño quizás a Erotica con la tipografía.
En primer lugar (por lo menos de este improvisado EP, desconozco si son las primeras seis canciones del disco), tenemos el primer single, Living For Love, un tema de toques noventeros con una letra que, al igual que en MDNA, trata el tema de la ruptura. Sin embargo, continuando el sentimiento feliz y despreocupado de la música, en el tema Madonna da una perspectiva optimista y de apertura al amor, con unos ya míticos “love's gonna lift me up”. Dubstep suave, piano (tocado, por cierto, por Alicia Keys), gospel y una Madonna vocalmente mucho mejor que en su anterior largo.
Lo mejor: que Madonna no haya tardado en sumarse a la moda noventera. Los toquecitos de Disclosure, también encargados de la producción. Ese dubstep tan bien puesto. Que recuerde ligeramente a Vogue.
Lo peor: la melodía no es todo lo reconocible que debería ser. Ese final tan repentino. Que parezca que va a haber un subidón y no lo haya.
Seguimos con Devil Pray, una suerte de tema a medio camino entre el folk y la electrónica, con una letra en la que Madonna reflexiona sobre las drogas como camino de llegar a la espiritualidad. He de decir que no me reconozco muy fan de la letra, que en ocasiones puede dar algo de vergüenza, pero esa mezcla tan sutil y bien conseguida de sonidos electrónicos y voces ahogadas con unos preciosos acordes de guitarra al más puro estilo Hey Brother me recuerdan ligeramente a Love Spent; y eso siempre es bueno.
Lo mejor: la melodía es bastante atractiva. La producción es elegante y alegra que Madonna no se haya acercado al dance folk tan trillado, por lo menos en este tema.
Lo peor: la letra, aún sin ser lo peor que hemos escuchado decir a la Ciccone.
Un sencillo teclado nos inicia en el medio tiempo Ghosttown, único tema desconocido del conjunto, que a pesar de su atractivo título es un tema sencillo y lento. Siendo únicamente acreditado a Madonna, Ghosttown trae consigo una bonita letra, una producción minimalista y una melodía preciosista que puede no aportar mucho la primera escucha pero que acaba confirmándose como una de las mejores en este conjunto de seis temas. Atención a los detalles, sobre todo la moderna percusión y las cuerdas, lo suficientemente sutiles para no destacar como atracción principal del tema pero sí para dar un toque clásico y bello al tema.
Lo mejor: que tras los despropósitos que en muchos casos han sido las canciones únicamente de Madonna, es una preciosidad de medio tiempo. La voz de Madonna suena perfecta.
Lo peor: lo saturados que suenan en ocasiones los teclados, sobre todo en los versos. Que posiblemente quede como bonus.
Otro tema se planteaba como posible single hace unas semanas, la medio reggae Unapologetic Bitch, un tema, de nuevo sobre rupturas, que mezcla rastros reggae en los versos con una poligonera producción electro en el estribillo. Sonidillos de coches de choque, una voz de Madonna apitufada y un estribillo nada destacable aunque agradable en melodía, son algunos de los ingredientes de quizás el primer bajón del tema. Además, los “ie, ie, ie, uoooh” suenan demasiado a Gwen Stefani.
Lo mejor: que Madonna se haya arriesgado a probar cosas nuevas. Que al menos no es tan mala como Rude de MAGIC!. La percusión lo mola todo.
Lo peor: que esto estuviese planteado como primer single. La voz de Madonna recuerda a lo peor de MDNA. La producción es tan mala que da ganas de llorar.
Quizás más interesante aunque sin dejar el puesto de 'despropósito' llega Illuminati, con una producción a cargo de Kanye West que ciertamente recuerda a las de su disco Yeezus y a aquel temazo llamado Monster de su disco My Beautiful Dark Twisted Fantasy. Una mezcla entre las estrofas habladas, de lo más pegadizo que ha hecho Madonna últimamente, y ese estribillo de melodía agradable que se sumerge en samples vocales oscuros y sonidos de peli de terror de los ochenta. Feista y algo hortera, sin duda de lo más interesante que ha hecho en los últimos diez años.
Lo mejor: que es arriesgada. La producción suena en muchos casos moderna y actual. Es un retorno a la Madonna que cogía lo mejor del indie y lo llevaba al pop. La letra tiene un toque cómico y despreocupado con frases incendiarias en muchos casos.
Lo peor: que es hortera como ella sola.
Por último, acabamos con quizás la colaboración más interesante del disco. Bitch I'm Madonna no solo tiene un genial rapeo de Nicki Minaj sobre una base de trompetas y unos “who do you think you are?” míticos, sino que es una colaboración con SOPHIE, un productor que recientemente ha tenido cierta repercusión en la esfera indie con temas como Lemonade o Bipp y que es un importante candidato a mi lista de mejores temas del año. El toque de SOPHIE se da largo y tendido en este tema, de beats elásticos, fraseos locos e inspiraciones j-pop, con uno de los finales más épicos del pop del siglo XXI. Sin duda, todo un choque en la discografía de Madge con ese puente electro tan acertado y esa cantidad de sonidos experimentales. No solo es el tema más interesante de los seis temas que nos da la Ciccone, sino que consigue traernos a la mejor Madonna, a la que experimenta, la pedorra, la que quiere cambiar las reglas del juego.
Lo mejor: que la colaboración con Nicki no molesta ni es indiferente, sino que sí mejora el tema. Que Madonna haya sido pionera en colaborar con SOPHIE. La producción es de por sí un acierto. Que a pesar de ser una horterada con una letra ridícula todo eso se te olvida por lo loca que es.
Lo peor: es imposible cantar cosas como “bitch, I'm Madonna” o “'cause I'm a bad bitch” y no sentirte ridículo.
En definitiva, he de confesar que este adelanto de Rebel Heart me ha dejado algo frío. Sin embargo, diecinueve temas dan para mucho, y no descartaría más de una alegría en los otros trece temas por venir. Al fin y al cabo, lo que nos ha dejado oír hoy es más prometedor que la mayoría de Hard Candy y MDNA. La Madonna petarda no ha desaparecido para traer de vuelta a la Madonna más mística (Ray Of Light) o incendiaria (American Life), pero parece que los no anteriores han pasado a un esperanzador quizás.
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