Con una de las portadas más emblemáticas para un disco pop, en 2010 Katy nos mostró un alter-ego distinto al de su primer álbum. Ya no tenía el estilo pin-up, no besaba mujeres ni era una de los chicos. Ahora vivía en su mundo de caramelo, se consideraba una chica explosiva al ser de california, buscaba su sueño americano, quería verle el cacahuete a un chico, lloraba por el que se fue. Toda una femme-fatale. Dos años después, con un estilo muy diferente al del inicio de su etapa Teenage Dream, nos mostraba una re-edición en la que un alter-ego más real y humano, que había ido evolucionando esos dos años, nos contaba como estaba despierta, nos enseñaba su parte de ella.
Comenzamos el disco con la canción que da título al álbum: Teenage Dream, el segundo single. Una canción pop sin demasiadas pretensiones, para cantarla, que no busca ser la mejor del álbum, sino un buen momento en tu playlist del sábado por la mañana. Una buena forma de abrirnos el sueño adolescente de la dueña de Kitty Purry.
A continuación, Last Friday Night (T.G.I.F.), que pasará a la historia por darnos ese videoclip tan divertidísimo. Es curioso, porque es una canción que habla de la fiesta sin usar el quemado dance, siendo un simple tema pop, lo cual vamos a encontrarnos a lo largo de todo el disco. Un gran punto del disco, sobre todo el solo de saxo.
Perry, en una entrevista a la Rolling Stone hace ya algunos años, dijo que el siguiente track y primer single, Califonia Gurls (con Snoop Dogg), no era su mejor canción, pero que era "jodidamente pegadiza". Y así es, sin tener un momento de explosión, consigue que la cantes sin aburrirte a lo largo de sus 3:55 minutos. Además, fue una gran forma de despedirnos del estilo pin-up que llevó Katy durante toda su primera etapa (One Of The Boys) mediante su divertidísimo videoclip.
¿Qué sería Rihanna sin We Found Love? ¿O Gaga sin Bad Romance? Pues lo mismo que Katy Perry sin el siguiente tema, Firework: nada. Y es que, si hay que marcar un momento emocionante en el disco, ése es Firework. Con un videoclip tan bueno que se me ponen los pelos de punta de solo recordarlo, pasará a la historia como uno de los mejores temas entre 2000 y 2010.
Primera canción que, por desgracia de sus fans, no fue single. Peacock lo tiene todo: una melodía cantable, un estribillo pegadizo y un afán de provocación más que extraño en una chica tan católica como Perry. Hubiese sido un número 1 fácil, pero resulta mucho más enternecedor que la guarde como la joya de sus fans.
Circle The Rain es una de esas muestras de pop/rock que más que buscar el éxito, quiere ser un tema del álbum, que le de más consistencia, un toque personal. Es algo flojilla, pero me parece tan guay que la meta que no voy a decir que sobra.
Si tengo que hablar del temazo del disco, del que sobresale, no dudo en decir que es The One That Got Away. Ese medio tiempo con toques de balada, con uno de los mejores vídeos de su carrera, pegadizo y melancólico. No llegó al 1, ni falta que hizo. Suerte que no fue the one that got away del disco. Gracias, Katy.
E.T., la versión de Katy sola, es adictiva, agresiva, un tema fuerte y oscuro que pasará a la historia por el mejor vídeo de Katy Perry, y de los mejores del pop. Esa estética, ese cuidado del detalle, esa historia. Sencillamente impresionante.
Who Am I Living For, en composición, tiene madera de temazo. Sin embargo, a pesar del aura oscura que rodea al tema, la voz de Perry suena demasiado chirriante y la producción muy simple. Una pena, siempre será un "pudo haber sido".
Pearl comienza como un medio tiempo oscuro e hipotizante, algo que parece estar en todos los album tracks del disco, sin embargo, en el estribillo, sin dejar de sonar tranquila, se vuelve algo más pop, dejando de ser tan oscura para pasar a ser la típica canción que pega con los días de lluvia. Así sí.
Hummingbird Heartbeat es pop, es muy Katy Perry, te obliga a cantarla. Puede que no sea uno de los mejores temas de la intérprete de I Kissed A Girl, pero es muy de su rollo y no suena nada a relleno.
Not Like The Movies es absolutamente perfecta para cerrar la primera edición del disco. Una balada preciosa que nos dice que no existen los cuentos de hadas, que el sueño adolescente es solo de las películas.
La re-edición, The Complete Confection, se abre con un acústico de The One That Got Away. Me gusta, no es Florence Welch, pero canta bien.
Part Of Me, el sencillo más exitoso de la cantante (debutó como número 1 en el Billboard Hot 100) es como un The One That Got Away vitaminado, un E.T. menos oscuro. Y suena muy bien, muy cantable y con una voz por parte de Perry tranquila pero conservando su intensidad y timbre característico.
Wide Awake, el que fuera el último single del sueño adolescente de la popstar católica que se operó las tetas, es bonito, muy pop, y bastante diferente del resto de sus canciones, sin perder su esencia. Eso sí, a mi parecer, su vídeo es horroroso.
Cerramos el disco (porque después hay un megamix y un par de remezclas con raperos de dos de sus singles, lo cual ni voy a comentar) con el que iba a ser el segundo y último single de la re-edición -le sustituyó Wide Awake-, Dressin' Up. Es sexy, oscuro, muy del estilo de Pearl o Circle The Rain pero con un estribillo que le hubiese garantizado un buen puesto en las listas. A mí, particularmente, por su letra y su melodía, me gusta más que Wide Awake, pero no se puede tener todo.
En definitiva, está claro que Teenage Dream y su correspondiente re-edición han sido muy bien exprimidos por Perry, y te das cuenta de que, aunque el disco no tenga ni un solo tema al que llamar "malo" -quizás Circle The Drain y, sobre todo, Who Am I Living For, flaqueen un poco-, lo verdaderamente bueno lo has escuchado ya por la radio y tiene su correspondiente vídeo, salvo un par de excepciones (Peacock y Dressin' Up). Un gran segundo álbum que le garantiza una longeva carrera en el pop, aunque quizás siempre a la sombra de las grandes (¿quién sabe? eso se decía de Rihanna y mírala ahora). Espero que su próximo disco tenga este estilo y no se pase al dubstep.
miércoles, 28 de noviembre de 2012
viernes, 16 de noviembre de 2012
Rihanna - Unapologetic
Séptimo disco. Parece mentira, si hace poquísimo estaba llegando a la fama con ese conocidísimo Umbrella (que, a mi gusto, nunca ha sido una gran canción) Pero tras escándalos, singles, vídeos, colaboraciones, y más escándalos, hemos llegado al séptimo disco de Rihanna Robyn Fenty. La verdad es que su fórmula es sencilla: cada año un nuevo disco, con un estilo totalmente diferente, con un par de tipos de canción que se repiten cada disco (la canción dance trallazo, la reggae, la balada, el tema cañero y sexy...) y con un toque final distinto al del disco anterior. Por ahora, le funciona, y no parece que sus escritores se hayan saturado. ¿Merece la pena Unapologetic?
Comenzamos el disco con Presh Off The Runaway, el cual cuesta imaginarse qué hace como primer tema, porque no es para nada representativo del disco. Sin embargo, eso no hace que no sea un temazo inmediato. Y es que es uno de esos temas cañeros típicos de Rihanna, solo que con una diferencia; puede que sea por ser la única de este estilo, o por ser mucho más divertida, pero no se hace tan pesada como Roc Me Out o Red Lipstick, que si bien eran escuchables, al final acababas pasándolas. En definitiva, así sí se hace un tema de este tipo.
Diamonds, segundo corte del disco, es también el primer single, y, tras casi dos meses, no deja de ser una completa maravilla. Suena a balada sin aburrir, a tema pegadizo sin sobrecargar, relajante pero, a la vez, motivador. Se nota la mano de Sia en él.
Numb (con Eminem) sin ser malo, sí que tiene un poco del defecto de Talk That Talk: busca ser cañero, oscurillo, rebelde; y al final se queda en un tema simplón, algo aburridillo, y que desmerece totalmente del temazo Love The Way You Lie, en el que el rapero más vendido de la historia (después, claro, de Nicki Minaj) formaba un gran equipo junto a Ri. Una pena, porque podían haber hecho algo mejor que este tema, que recuerda mucho al álbum Watch The Throne, de Kanye West y Jay-Z.
Pour It Up suena increíble. Aunque bien es cierto que no tiene su diversión, el estribillo suena tan pegadizo como el de Cockiness (Love It). Y esos estribillos pegadizos se dan bastante a lo largo del álbum, prueba de ello es Diamonds y su 'shine bright like a diamond'. Puntazo para Unapologetic.
Mira que he oído muchas veces que Loveeeeeee Song es un temazo, pero a mí me parece un relleno impresionante, una forma de meter a Future con calzador. Así no.
Jump no va a cambiar el rumbo de la música, pero sí que es cierto que es una buena forma de usar el dubstep sin hacer una canción trallera. Noventera y a la vez muy actual, con gancho, sin llegar a ser un single pero sí un buen album track.
Nadie dudaba que algún tema como Right Now (con David Guetta) iba a aparecer en Unapologetic. La chica con la mayor cara de mala hostia en la portada de un disco nos mete un poco a calzador un tema que recuerda bastante a I Can Only Imagine (Guetta con Chris Brown y Lil' Wayne), pero que en un disco con tanta variedad no queda nada mal. Me gustaría que no fuese single, o por lo menos no sin haber lanzado algunos temas del disco que valen más la pena y son más innovadores.
What Now es un medio tiempo con tintes de balada, de esos que te gusta escuchar, que tienen su gracia, un estribillo pegadizo que acabas cantando a todas horas y una producción muy del 'cajón de bases de Rihanna'. No sobra, pero tampoco es Cold Case Love.
Con Stay vuelven esas baladas grandes, el Cold Case Love de Unapologetic (y eso que no se parecen en nada, pero emocionar, emocionan igual), el Unfaithful que tanta falta le hacía a Rihanna. No hay nada más genial que la forma en la que canta el primer 'something in the way you move'. Temazo.
Y si esas dos baladas te han dejado un poco demasiado relajado, ahora viene Rihanna con Chris Brown para traerte una canción movida pero sin tener el contraste que tendrían Video Games de Lana Del Rey y We Found Love, Nobody's Bussiness. Y es que, sampleando el The Way You Make Me Feel de Michael Jackson, no puede haber tema mejor en este disco. Toques R&B, noventero, ultra pegadizo, con un puente con mucho estilo. Que sea el próximo single, por favor.
Imaginad que en el 21 de Adele, hubiese aparecido un tema dance de esos que ponen los pelos de punta, de los que emocionan y se vuelven épicos. Hubiese sido raro, pero a la vez hubiésemos muerto de gusto. Algo parecido ocurre a Love Without Tragedy / Mother Mary, una canción compuesta por dos partes. Todo hay que decirlo, la música recuerda a veces a Coldplay, y la letra a Lana Del Rey, pero para mí oír esto en un disco de Rihanna me parece algo increíble. La primera parte es buena, pero Mother Mary es sencillamente perfecta. "Mother Mary, I swear I wanna change".
Get It Over With es a Unapologetic lo que The Queen fue a Born This Way; un tema aburrido, que con una producción más trabajada hubiese podido ser un album track más que digno. Sinceramente, es en este tema cuando se nota que un año no es suficiente para un disco.
¿Recordáis aquel maravilloso Man Down? Pues parece que los escritores se han dado cuenta de que You Da One no convenció a nadie, y fruto de la necesidad de sacar un buen tema reggae, ha aparecido No Love Allowed. Puede que no vaya a ser single, quizá no llega a ser Man Down, pero en este disco queda más que bien, y tiene un estilazo que ya quisiesen muchos.
Lost In Paradise cierro el disco, y aún sin ser mala, creo que quedaría muchísimo mejor abriéndolo. Medio tiempo con toques de balada, a medio tiempo entre What Now y Diamonds, que no tiene el potencial de cerrar el álbum, pero que tampoco se puede considerar el relleno del disco.
Unapologetic es lo que debería haber sido Talk That Talk, ese disco con dos temas sobresalientes y trece canciones de relleno. Estilo urban, R&B, en un término medio entre relajar y motivar, con auténticos temazos, y, por fin, con solo dos o tres temas de relleno. Una recopilación de temas con un claro objetivo: reinventar otra vez a Rihanna; y que, por mi parte, está totalmente recomendado. Demos gracias de que no nos haya metido un tema corto a lo Mad House. Eso sí, Unapologetic en mayo hubiese madurado hasta ser realmente un disco de 10. Una pena.
Comenzamos el disco con Presh Off The Runaway, el cual cuesta imaginarse qué hace como primer tema, porque no es para nada representativo del disco. Sin embargo, eso no hace que no sea un temazo inmediato. Y es que es uno de esos temas cañeros típicos de Rihanna, solo que con una diferencia; puede que sea por ser la única de este estilo, o por ser mucho más divertida, pero no se hace tan pesada como Roc Me Out o Red Lipstick, que si bien eran escuchables, al final acababas pasándolas. En definitiva, así sí se hace un tema de este tipo.
Diamonds, segundo corte del disco, es también el primer single, y, tras casi dos meses, no deja de ser una completa maravilla. Suena a balada sin aburrir, a tema pegadizo sin sobrecargar, relajante pero, a la vez, motivador. Se nota la mano de Sia en él.
Numb (con Eminem) sin ser malo, sí que tiene un poco del defecto de Talk That Talk: busca ser cañero, oscurillo, rebelde; y al final se queda en un tema simplón, algo aburridillo, y que desmerece totalmente del temazo Love The Way You Lie, en el que el rapero más vendido de la historia (después, claro, de Nicki Minaj) formaba un gran equipo junto a Ri. Una pena, porque podían haber hecho algo mejor que este tema, que recuerda mucho al álbum Watch The Throne, de Kanye West y Jay-Z.
Pour It Up suena increíble. Aunque bien es cierto que no tiene su diversión, el estribillo suena tan pegadizo como el de Cockiness (Love It). Y esos estribillos pegadizos se dan bastante a lo largo del álbum, prueba de ello es Diamonds y su 'shine bright like a diamond'. Puntazo para Unapologetic.
Mira que he oído muchas veces que Loveeeeeee Song es un temazo, pero a mí me parece un relleno impresionante, una forma de meter a Future con calzador. Así no.
Jump no va a cambiar el rumbo de la música, pero sí que es cierto que es una buena forma de usar el dubstep sin hacer una canción trallera. Noventera y a la vez muy actual, con gancho, sin llegar a ser un single pero sí un buen album track.
Nadie dudaba que algún tema como Right Now (con David Guetta) iba a aparecer en Unapologetic. La chica con la mayor cara de mala hostia en la portada de un disco nos mete un poco a calzador un tema que recuerda bastante a I Can Only Imagine (Guetta con Chris Brown y Lil' Wayne), pero que en un disco con tanta variedad no queda nada mal. Me gustaría que no fuese single, o por lo menos no sin haber lanzado algunos temas del disco que valen más la pena y son más innovadores.
What Now es un medio tiempo con tintes de balada, de esos que te gusta escuchar, que tienen su gracia, un estribillo pegadizo que acabas cantando a todas horas y una producción muy del 'cajón de bases de Rihanna'. No sobra, pero tampoco es Cold Case Love.
Con Stay vuelven esas baladas grandes, el Cold Case Love de Unapologetic (y eso que no se parecen en nada, pero emocionar, emocionan igual), el Unfaithful que tanta falta le hacía a Rihanna. No hay nada más genial que la forma en la que canta el primer 'something in the way you move'. Temazo.
Y si esas dos baladas te han dejado un poco demasiado relajado, ahora viene Rihanna con Chris Brown para traerte una canción movida pero sin tener el contraste que tendrían Video Games de Lana Del Rey y We Found Love, Nobody's Bussiness. Y es que, sampleando el The Way You Make Me Feel de Michael Jackson, no puede haber tema mejor en este disco. Toques R&B, noventero, ultra pegadizo, con un puente con mucho estilo. Que sea el próximo single, por favor.
Imaginad que en el 21 de Adele, hubiese aparecido un tema dance de esos que ponen los pelos de punta, de los que emocionan y se vuelven épicos. Hubiese sido raro, pero a la vez hubiésemos muerto de gusto. Algo parecido ocurre a Love Without Tragedy / Mother Mary, una canción compuesta por dos partes. Todo hay que decirlo, la música recuerda a veces a Coldplay, y la letra a Lana Del Rey, pero para mí oír esto en un disco de Rihanna me parece algo increíble. La primera parte es buena, pero Mother Mary es sencillamente perfecta. "Mother Mary, I swear I wanna change".
Get It Over With es a Unapologetic lo que The Queen fue a Born This Way; un tema aburrido, que con una producción más trabajada hubiese podido ser un album track más que digno. Sinceramente, es en este tema cuando se nota que un año no es suficiente para un disco.
¿Recordáis aquel maravilloso Man Down? Pues parece que los escritores se han dado cuenta de que You Da One no convenció a nadie, y fruto de la necesidad de sacar un buen tema reggae, ha aparecido No Love Allowed. Puede que no vaya a ser single, quizá no llega a ser Man Down, pero en este disco queda más que bien, y tiene un estilazo que ya quisiesen muchos.
Lost In Paradise cierro el disco, y aún sin ser mala, creo que quedaría muchísimo mejor abriéndolo. Medio tiempo con toques de balada, a medio tiempo entre What Now y Diamonds, que no tiene el potencial de cerrar el álbum, pero que tampoco se puede considerar el relleno del disco.
Unapologetic es lo que debería haber sido Talk That Talk, ese disco con dos temas sobresalientes y trece canciones de relleno. Estilo urban, R&B, en un término medio entre relajar y motivar, con auténticos temazos, y, por fin, con solo dos o tres temas de relleno. Una recopilación de temas con un claro objetivo: reinventar otra vez a Rihanna; y que, por mi parte, está totalmente recomendado. Demos gracias de que no nos haya metido un tema corto a lo Mad House. Eso sí, Unapologetic en mayo hubiese madurado hasta ser realmente un disco de 10. Una pena.
lunes, 12 de noviembre de 2012
Lana Del Rey - Paradise Edition, cuando emocionar es la única (y mejor) opción.
Desde ayer, lunes 12, ya tenemos de manera oficial la re-edición del disco debut de Lana Del Rey (y tercero de Lizzy Grant), Born To Die - The Paradise Editon. Un EP con nueve canciones, que se añade a aquel maravilloso disco, Born To Die. ¿Quieres saber qué me ha parecido?
El álbum (aunque no es propiamente un disco) comienza con Ride, primer single. Y es que puede que comenzar los discos con el primer sencillo sea un error, pero en este caso, Ride abre perfectamente el EP. Ya hablamos de él cuando salió, es soberbio, épico, bonito, con un vídeo 10 y de las mejores canciones de Lana. Ride también sirve como una muestra al concepto del álbum: la libertad; porque, ¿qué es más paradisiaco que conducir, bailar, amar sin que nadie te pare?
Seguimos con American, otro baladón que simplemente se te mete en la cabeza y no sale (en dos días estarás todo el rato cantando ese "you make me crazy, you make me wild" del estribillo. Me cuesta elegir cuál es el mejor tema, pero American es uno de los candidatos. Atención a cuando cada vez prolonga más el "wild" del estribillo.
Cola es una de esas canciones que adoras por muy estúpidas que te parezcan, por mucho que chirríen entre el resto de temas. Y no hablo de la música, sino de ese "my pussy tastes like Pepsi Cola". Que vale, que te puede saber el tema a lo que quieras, pero tampoco es plan de que le dediques una canción. Aún así, el tema se te mete en la cabeza, resultando una mezcla de las baladas de Born To Die y sus leaks más sensuales. Atentos al momento en que canta en falsete, el cuál estoy deseando ver cómo maneja en directo.
Con Body Electric llega uno de esos momentos raros; puede que las anteriores te hayan gustado más o menos, pero lo normal es que ésta la ames o la odies. Y no es para menos, porque el tema lo conocemos desde que lo cantó en el Sónar de Barcelona, y algunos preferirán una versión y otros otra. Puede que elijas el directo, tan soberbio y casi mágico. Por el contrario, quizá prefieras la versión del álbum, en la que la voz de Lana suena menos oscura, y por tanto no destaca tanto entre el resto de canciones. En mi opinión, creo que la canción es un temazo lo veas como lo veas, y aunque la versión del álbum no me acaba de convencer, supongo que es cuestión de acostumbrarse. Eso sí, el concepto "nacidos para morir" vuelve a aparecer aquí, con una letra depresiva y que merece la pena leer. Seguramente, esto tendría que haber estado en el disco, no en la re-edición, pero el caso es que lo tenemos.
Blue Velvet siempre será un gran tema, pero en la voz de Lana sí que parece acercarte al verdadero paraíso. Un gran punto eso de hacerla tan corta, como ya dije en uno de mis Top 5, te deja con ganas de más.
Gods & Monsters realmente es un pequeño cambio en la música de Del Rey. Si bien no es She's Not Me (Ride Or Die), esa percusión, esos "ruidos" del inicio y esa letra tan explícita dan la impresión de estar escuchando algo totalmente nuevo de Lana, y eso se agradece. Para entendernos, temazo.
Todos conocíamos Yayo, el tema estrella de su segundo disco (Lana Del Ray a.k.a. Lizzy Grant), y en esta versión sigue sonando bonita, adictiva, mágica y depresiva. Me alegro que los que no hayan tenido oportunidad de escuchar el disco del que Yayo proviene escuchen el tema ahora, porque realmente merece la pena.
La verdad es que con Bel Air sí que pega un bajón considerable el disco, porque Yayo se puede hacer aburridilla y con ésta lo remata. Es escuchable, tiene una letra preciosa y muy buena, pero conociendo gran parte de los leaks de Lana, como Serial Killer, me cuesta entender qué hace aquí. Y eso que es una de las que más me gustaban en los snippets.
Burning Desire es sensual, pero quizás bastante lenta. Aún así, no se hace demasiado pesada, y resulta una buena forma de terminar el disco.
En definitiva, Lana ha conseguido plasmar el concepto contrario al de Born To Die con un EP formidable y canciones para el recuerdo. Si además lo une a buenos vídeos y a sus grandes -a la vez que sencillos- conciertos en directo, tenemos una mezcla perfecta. Bravo.
viernes, 9 de noviembre de 2012
Nuevo diseño.
Actualizo la página con un diseño más colorido y retro, espero que os guste tanto como a mí.
Rihanna - vídeo de Diamonds, o cómo buscar la imagen de seria.
Mes y medio después del estreno del primer single del séptimo álbum de Rihanna, tenemos el vídeo en nuestras páginas principales de Youtube, y aquí viene mi review.
La canción, aún sin estar cosechando el éxito propio de un primer single de Rihanna, es de lo mejorcito que le han dado. Y es que ese toque R&B (lo cuál, según hemos visto en los snippets, va a estar presente a lo largo de todo Unapologetic), junto a la tranquilidad y casi melancolía del tema, le hacen irresistible.
El vídeo, siguiendo la línea tranquila de la canción, nos muestra varias imágenes que buscan lo visual; entran por los ojos. Que si el mar azul, que si los caballos a contraluz, que si el porro de diamantes, que si la propia Rihanna que entra por los ojos a cualquiera. Y no es para menos, es una mujer precios, y en este vídeo sale impresionante. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. ¿Merece la pena el vídeo de Diamonds?
En mi opinión, existen dos tipos de vídeos musicales: los que son simples vídeoclips, que acompañan a la música con imágenes interesantes; y los que son mini-cortos, que cuentan historias junto con música. Rihanna ha demostrado que el segundo tipo es el que mejor se le da: We Found Love y Man Down tienen cada uno una historia, y son de lejos sus dos mejores vídeos. Y aunque el primer tipo se le da bien (Disturbia es bastante bueno), no me convence. Que sí, que tiene encuadres bonitos, colores agradables y escenas que llenarán Tumblr por los siglos de los siglos; pero no tiene nada que me haga interesarme por la historia, por qué le pasará a los personajes, por los significados ocultos. Es decir, We Found Love lo vi unas treinta veces el día que lo estrenaron; Diamonds, dos, y he cerrado la pantalla.
Algunos fans ya dictaminan que el significado del vídeo está oculto, que el océano es una metáfora de que se siente perdida, que los caballos son ella y su abuela, que la mano es del hombre al que necesita a su lado, y que al final se fuma un porro para ser feliz y alejar las malas sensaciones. Me cuesta imaginar a Rihanna inventándose el concepto de un vídeo, casi tanto como a alguien de su equipo proponiéndole hacer un vídeo diciendo que está perdida y necesita fumar porros para ser feliz, qué queréis que os diga.
Técnicamente es bastante bueno, aunque hay algunas escenas con demasiado ruido, que más que artístico resulta molesto. Yo hubiese quitado el formato panorámico y hubiese aprovechado un poco más la escena de los muebles recomponiéndose.
El final es de lo mejorcito del vídeo, aunque si alguien me dice que es de un vídeo de Lana Del Rey me lo hubiese creído.
En definitiva, Diamonds cumple con su objetivo: ser el videoclip de una canción. Sin embargo, creo que el equipo de RiRi tiene el suficiente potencial (y seguramente ella también lo tenga, aunque no lo aproveche) como para hacer un vídeo bonito, entretenido, y merecedor del premio al Vídeo Del Año. Otra vez será.
La canción, aún sin estar cosechando el éxito propio de un primer single de Rihanna, es de lo mejorcito que le han dado. Y es que ese toque R&B (lo cuál, según hemos visto en los snippets, va a estar presente a lo largo de todo Unapologetic), junto a la tranquilidad y casi melancolía del tema, le hacen irresistible.
El vídeo, siguiendo la línea tranquila de la canción, nos muestra varias imágenes que buscan lo visual; entran por los ojos. Que si el mar azul, que si los caballos a contraluz, que si el porro de diamantes, que si la propia Rihanna que entra por los ojos a cualquiera. Y no es para menos, es una mujer precios, y en este vídeo sale impresionante. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. ¿Merece la pena el vídeo de Diamonds?
En mi opinión, existen dos tipos de vídeos musicales: los que son simples vídeoclips, que acompañan a la música con imágenes interesantes; y los que son mini-cortos, que cuentan historias junto con música. Rihanna ha demostrado que el segundo tipo es el que mejor se le da: We Found Love y Man Down tienen cada uno una historia, y son de lejos sus dos mejores vídeos. Y aunque el primer tipo se le da bien (Disturbia es bastante bueno), no me convence. Que sí, que tiene encuadres bonitos, colores agradables y escenas que llenarán Tumblr por los siglos de los siglos; pero no tiene nada que me haga interesarme por la historia, por qué le pasará a los personajes, por los significados ocultos. Es decir, We Found Love lo vi unas treinta veces el día que lo estrenaron; Diamonds, dos, y he cerrado la pantalla.
Algunos fans ya dictaminan que el significado del vídeo está oculto, que el océano es una metáfora de que se siente perdida, que los caballos son ella y su abuela, que la mano es del hombre al que necesita a su lado, y que al final se fuma un porro para ser feliz y alejar las malas sensaciones. Me cuesta imaginar a Rihanna inventándose el concepto de un vídeo, casi tanto como a alguien de su equipo proponiéndole hacer un vídeo diciendo que está perdida y necesita fumar porros para ser feliz, qué queréis que os diga.
Técnicamente es bastante bueno, aunque hay algunas escenas con demasiado ruido, que más que artístico resulta molesto. Yo hubiese quitado el formato panorámico y hubiese aprovechado un poco más la escena de los muebles recomponiéndose.
El final es de lo mejorcito del vídeo, aunque si alguien me dice que es de un vídeo de Lana Del Rey me lo hubiese creído.
En definitiva, Diamonds cumple con su objetivo: ser el videoclip de una canción. Sin embargo, creo que el equipo de RiRi tiene el suficiente potencial (y seguramente ella también lo tenga, aunque no lo aproveche) como para hacer un vídeo bonito, entretenido, y merecedor del premio al Vídeo Del Año. Otra vez será.
jueves, 8 de noviembre de 2012
¿Qué esperar de... los próximos discos del pop?
Re-inuguro el blog con nuevo diseño; un poco sosillo, lo sé, pero iré cambiándolo.
La verdad es que este noviembre se nos van a juntar muchos discos nuevos. El lunes 12 llega la edición Paradise del debut de Lana Del Rey, Born To Die. El 13, Lotus, el esperadísimo (o quizás no tanto) comeback de Christina Aguilera. Seis días mas tarde, tendremos entre nosotros Unapologetic, el séptimo disco de Rihanna (lo curioso es que tanto el de Aguilera como el de Rihanna son el séptimo de ambas, pero llevan trece y ¡siete! años en el mundo de la música respectivamente). Ese mismo día, Nicki Minaj lanzará la re-edición de la re-edición de su álbum debut, Pink Friday: Roman Reloaded The Re-Up (que en 2013 lance Pink Friday: Roman Reloaded The Re-Up - Black Friday Edition y me hago fan). Pero no es noviembre todo, parece que lo que queda de 2012 y 2013 estarán cargados de comebacks. ¿Quiéres saber cuáles son los que más me pican la curiosidad?
Born To Die, The Paradise Edition, de Lana Del Rey:
Ya solo nos queda esperar hasta el lunes para tener la ansiada (por lo menos por mí) re-edición de uno de los discos del año, Born To Die. Y es que no es para menos, ocho nuevos temas para disfrutar de su voz grave y su temática hollywoodiense. Ride, el primer single, ya lo conocimos, y a mes y medio de su estreno, sigue siendo un temazo. También hemos escuchado Blue Velvet, el cuál es un cover pasado un poco por el filtro Del Rey, que queda más que resultón; o Burning Desire, que es la hermana aburridilla de cualquier leak sensual de Lana. Entre la versión estudio de Body Electric (la cuál, según los snippets, me da la impresión que se han cargado), la grandísima Gods & Monsters (he escuchado menos de un minuto de ella y ya me pone los pelos de punta), la genial American y la versión remasterizada (y esta vez sí, mejorada) de Yayo; creo que se avecina un disco al menos interesante de escuchar. Veremos si la edición paradisiaca de Born To Die merece la pena o solo será recordada por la frase "my pussy tastes like Pepsi Cola".
Unapologetic, de Rihanna:
Sorpresón mayúsculo con los snippets de Unapologetic. El que se avecinaba como el peor disco de la cantante, resulta que parece uno de los mejores que (le) ha(n) hecho, y si los snippets fueran las canciones, yo lo nominaría a Disco Del Año. Y es cierto que, aunque RiRi no haga absolutamente nada en sus discos desde aquel lejano y genial Rated R, cada año la reinventan, y hasta el noviembre que viene, es la época del urban. Parece que No Love Allowed no es ni la mitad que Man Down, pero bastante mejor que esos ridículos intentos de hacer reggae de Talk That Talk; Nobody's Bussines es a la vez una decepción (Chris Brown, no digo más) y una alegría (vaya temazo que se nos ha marcado); y por no hablar de Jump, que es una de esas canciones tan sexys de Rihanna con dubstep y un toque muy noventero, o Pour It Up, que me parece aún mejor que la genial Cockiness de Talk That Talk. Y así a lo largo del disco, con un conjunto de temas variados, limpios y en su justa medida. A esta chica le sientan estupendamente los noventa; por favor, sigue así toda tu carrera.
ARTPOP, de Lady Gaga:
Te guste Gaga o no, no puedes negar que tienes ganas de saber cómo sonará su nuevo disco. La idea de que lo lance en dos volúmenes, el primero más comercial y el segundo más experimental, me parece genial. Parece que viene una etapa menos oscura para la Germanotta, aunque yo sigo queriendo que vuelva esa oscuridad tan bien hecha de The Fame Monster. ¿Tendrá puentes dubstep? ¿Se irá al urban? ¿Será uno de esos discos inclasificables dentro de un solo estilo? Yo solo pido que tenga temas limpios y más sencillos, nada como Born This Way, y que al menos me encante uno de los volúmenes. Y que deje de querer crear obras de arte, por favor.
Broke With Expensive Tastes, de Azealia Banks:
Los continuos retrasosmentales del álbum debut de la chica anteriormente conocida como Miss Bank$ hacen que no pueda aseguraros que el disco salga en 2013, pero lo que os garantizo es que lo comentaré en este blog. Y es que me desconcierta, porque puede que siga el estilo trabajado y bien producido de su EP 1991, o se haya dado cuenta de que con los temas de su mixtape, Fantasea, nos ha convencido con creces. Es una gran mixtape, pero yo en su álbum espero algo muy cuidado, con una producción perfecta y con temas tan pegadizos como Esta Noche, Fuck Up The Fun, 212 o Liquorice. Esperemos que la rapera con más hype de la historia no esté demasiado sobrevalorada.
Florence + The Machine / Florence Welch:
Aunque Lungs y su re-edición Between Two Lungs fueron muy, pero que muy buenos, Ceremonials fue simplemente magnífico. Un sonido más maduro, bastante más homogéneo que el primero (intenta comparar Kiss With A Fist con Rabbit Heart), oscuro, soberbio. Sinceramente, un discazo de los que ya no se hacen, y que la ha catapultado a mis favoritos. Pero después de un álbum tan bueno, llega la prueba de fuego. ¿Conseguirá superar la maravillosa Shake It Out? Pues seguramente no, por eso Flo y su máquina deberían alejarse de esos derroteros, irse a otros caminos que no chirríen mucho, pero que no estén demasiado explorados (siempre he pensado que el estilo oriental hecho a su manera les podría quedar bien). Aunque, quién sabe, a lo mejor el tercer disco de la banda va por el camino del segundo, pero antes nos encontramos con ese "side proyect" de Florence en solitario en el que iba a explorar el dance. Sinceramente, no se me ocurre nadie mejor para dar un soplo de aire fresco a ese género que huele un poco mal ya, y Sweet Nothing es un temazo.
Madonna:
Sí, lo sé, quedan años para esto, pero no hay nada que me apetezca más que escuchar el nuevo disco de la Reina Del Pop. Reconozcámoslo, MDNA es malo. Es decir, si fuese el debut de Rita Ora, estaría alabándola, pero para ser el disco de la mujer más importante del pop de los últimos años, la que con cada disco cambiaba el rumbo de la música, me parece muy decepcionante. Y no por la calidad de los temas, sino porque ha metido un par de canciones que merecen la pena, y el resto temas aceptables pero demasiado genéricos. Y a Madonna le perdono el ser pesada, el buscar tanto la atención como Lady Gaga, el ser insoportable; pero nunca el ser genérica. Yo quiero innovación, y que el resto llegue solo. ¿Quién sabe? A lo mejor, ahora que ha visto que no tiene el éxito esperado, se atreve con ese disco roquero que nunca lanzó.
Marina & The Diamonds:
Es toda una sobrevalorada, pero realmente tiene talento. Con una voz más que peculiar y una gran capacidad de escritura, Marina tiene el potencial para convertirse en una de las grandes del indie. Con un primer disco muy alternativo y un segundo más en la línea pop (eso sí, con muchos temazos), lo que le queda a Diamandis no es más que reinventarse otra vez. Aunque no lo creáis, existen más géneros que el pop, el dance y el r&b. ¿Algo más rockero? ¿La reinvención de la música de alguna década pasada? Quién sabe. Lo que está claro es que la escusa de meterse con lo mainstream ha colado esta vez, pero no lo hará una segunda, así que se deje de preocupar por Billboard y se meta entre ceja y ceja que tiene talento de sobra para destacar.
The Sound Of Arrows:
Poco puedo decir de ellos, solo que espero una continuación lógica de ese maravilloso Voyage, tan tranquilo, hipnótico y bonito como el primero. Pero bueno, los cambios no siempre son para mal, ¿no?
Y ésta es la lista de mis álbumes más esperados, dominada mayoritariamente por las jefas del pop actualmente, las mujeres. Y vosotros, ¿qué esperáis de la esfera pop durante los próximos doce meses?
PD.: los comentarios del blog se han borrado, pero todo lo demás sigue como siempre.
La verdad es que este noviembre se nos van a juntar muchos discos nuevos. El lunes 12 llega la edición Paradise del debut de Lana Del Rey, Born To Die. El 13, Lotus, el esperadísimo (o quizás no tanto) comeback de Christina Aguilera. Seis días mas tarde, tendremos entre nosotros Unapologetic, el séptimo disco de Rihanna (lo curioso es que tanto el de Aguilera como el de Rihanna son el séptimo de ambas, pero llevan trece y ¡siete! años en el mundo de la música respectivamente). Ese mismo día, Nicki Minaj lanzará la re-edición de la re-edición de su álbum debut, Pink Friday: Roman Reloaded The Re-Up (que en 2013 lance Pink Friday: Roman Reloaded The Re-Up - Black Friday Edition y me hago fan). Pero no es noviembre todo, parece que lo que queda de 2012 y 2013 estarán cargados de comebacks. ¿Quiéres saber cuáles son los que más me pican la curiosidad?
Born To Die, The Paradise Edition, de Lana Del Rey:
Ya solo nos queda esperar hasta el lunes para tener la ansiada (por lo menos por mí) re-edición de uno de los discos del año, Born To Die. Y es que no es para menos, ocho nuevos temas para disfrutar de su voz grave y su temática hollywoodiense. Ride, el primer single, ya lo conocimos, y a mes y medio de su estreno, sigue siendo un temazo. También hemos escuchado Blue Velvet, el cuál es un cover pasado un poco por el filtro Del Rey, que queda más que resultón; o Burning Desire, que es la hermana aburridilla de cualquier leak sensual de Lana. Entre la versión estudio de Body Electric (la cuál, según los snippets, me da la impresión que se han cargado), la grandísima Gods & Monsters (he escuchado menos de un minuto de ella y ya me pone los pelos de punta), la genial American y la versión remasterizada (y esta vez sí, mejorada) de Yayo; creo que se avecina un disco al menos interesante de escuchar. Veremos si la edición paradisiaca de Born To Die merece la pena o solo será recordada por la frase "my pussy tastes like Pepsi Cola".
Unapologetic, de Rihanna:
Sorpresón mayúsculo con los snippets de Unapologetic. El que se avecinaba como el peor disco de la cantante, resulta que parece uno de los mejores que (le) ha(n) hecho, y si los snippets fueran las canciones, yo lo nominaría a Disco Del Año. Y es cierto que, aunque RiRi no haga absolutamente nada en sus discos desde aquel lejano y genial Rated R, cada año la reinventan, y hasta el noviembre que viene, es la época del urban. Parece que No Love Allowed no es ni la mitad que Man Down, pero bastante mejor que esos ridículos intentos de hacer reggae de Talk That Talk; Nobody's Bussines es a la vez una decepción (Chris Brown, no digo más) y una alegría (vaya temazo que se nos ha marcado); y por no hablar de Jump, que es una de esas canciones tan sexys de Rihanna con dubstep y un toque muy noventero, o Pour It Up, que me parece aún mejor que la genial Cockiness de Talk That Talk. Y así a lo largo del disco, con un conjunto de temas variados, limpios y en su justa medida. A esta chica le sientan estupendamente los noventa; por favor, sigue así toda tu carrera.
ARTPOP, de Lady Gaga:
Te guste Gaga o no, no puedes negar que tienes ganas de saber cómo sonará su nuevo disco. La idea de que lo lance en dos volúmenes, el primero más comercial y el segundo más experimental, me parece genial. Parece que viene una etapa menos oscura para la Germanotta, aunque yo sigo queriendo que vuelva esa oscuridad tan bien hecha de The Fame Monster. ¿Tendrá puentes dubstep? ¿Se irá al urban? ¿Será uno de esos discos inclasificables dentro de un solo estilo? Yo solo pido que tenga temas limpios y más sencillos, nada como Born This Way, y que al menos me encante uno de los volúmenes. Y que deje de querer crear obras de arte, por favor.
Broke With Expensive Tastes, de Azealia Banks:
Los continuos retrasos
Florence + The Machine / Florence Welch:
Aunque Lungs y su re-edición Between Two Lungs fueron muy, pero que muy buenos, Ceremonials fue simplemente magnífico. Un sonido más maduro, bastante más homogéneo que el primero (intenta comparar Kiss With A Fist con Rabbit Heart), oscuro, soberbio. Sinceramente, un discazo de los que ya no se hacen, y que la ha catapultado a mis favoritos. Pero después de un álbum tan bueno, llega la prueba de fuego. ¿Conseguirá superar la maravillosa Shake It Out? Pues seguramente no, por eso Flo y su máquina deberían alejarse de esos derroteros, irse a otros caminos que no chirríen mucho, pero que no estén demasiado explorados (siempre he pensado que el estilo oriental hecho a su manera les podría quedar bien). Aunque, quién sabe, a lo mejor el tercer disco de la banda va por el camino del segundo, pero antes nos encontramos con ese "side proyect" de Florence en solitario en el que iba a explorar el dance. Sinceramente, no se me ocurre nadie mejor para dar un soplo de aire fresco a ese género que huele un poco mal ya, y Sweet Nothing es un temazo.
Madonna:
Sí, lo sé, quedan años para esto, pero no hay nada que me apetezca más que escuchar el nuevo disco de la Reina Del Pop. Reconozcámoslo, MDNA es malo. Es decir, si fuese el debut de Rita Ora, estaría alabándola, pero para ser el disco de la mujer más importante del pop de los últimos años, la que con cada disco cambiaba el rumbo de la música, me parece muy decepcionante. Y no por la calidad de los temas, sino porque ha metido un par de canciones que merecen la pena, y el resto temas aceptables pero demasiado genéricos. Y a Madonna le perdono el ser pesada, el buscar tanto la atención como Lady Gaga, el ser insoportable; pero nunca el ser genérica. Yo quiero innovación, y que el resto llegue solo. ¿Quién sabe? A lo mejor, ahora que ha visto que no tiene el éxito esperado, se atreve con ese disco roquero que nunca lanzó.
Marina & The Diamonds:
Es toda una sobrevalorada, pero realmente tiene talento. Con una voz más que peculiar y una gran capacidad de escritura, Marina tiene el potencial para convertirse en una de las grandes del indie. Con un primer disco muy alternativo y un segundo más en la línea pop (eso sí, con muchos temazos), lo que le queda a Diamandis no es más que reinventarse otra vez. Aunque no lo creáis, existen más géneros que el pop, el dance y el r&b. ¿Algo más rockero? ¿La reinvención de la música de alguna década pasada? Quién sabe. Lo que está claro es que la escusa de meterse con lo mainstream ha colado esta vez, pero no lo hará una segunda, así que se deje de preocupar por Billboard y se meta entre ceja y ceja que tiene talento de sobra para destacar.
The Sound Of Arrows:
Poco puedo decir de ellos, solo que espero una continuación lógica de ese maravilloso Voyage, tan tranquilo, hipnótico y bonito como el primero. Pero bueno, los cambios no siempre son para mal, ¿no?
Y ésta es la lista de mis álbumes más esperados, dominada mayoritariamente por las jefas del pop actualmente, las mujeres. Y vosotros, ¿qué esperáis de la esfera pop durante los próximos doce meses?
PD.: los comentarios del blog se han borrado, pero todo lo demás sigue como siempre.
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