Con una de las portadas más emblemáticas para un disco pop, en 2010 Katy nos mostró un alter-ego distinto al de su primer álbum. Ya no tenía el estilo pin-up, no besaba mujeres ni era una de los chicos. Ahora vivía en su mundo de caramelo, se consideraba una chica explosiva al ser de california, buscaba su sueño americano, quería verle el cacahuete a un chico, lloraba por el que se fue. Toda una femme-fatale. Dos años después, con un estilo muy diferente al del inicio de su etapa Teenage Dream, nos mostraba una re-edición en la que un alter-ego más real y humano, que había ido evolucionando esos dos años, nos contaba como estaba despierta, nos enseñaba su parte de ella.
Comenzamos el disco con la canción que da título al álbum: Teenage Dream, el segundo single. Una canción pop sin demasiadas pretensiones, para cantarla, que no busca ser la mejor del álbum, sino un buen momento en tu playlist del sábado por la mañana. Una buena forma de abrirnos el sueño adolescente de la dueña de Kitty Purry.
A continuación, Last Friday Night (T.G.I.F.), que pasará a la historia por darnos ese videoclip tan divertidísimo. Es curioso, porque es una canción que habla de la fiesta sin usar el quemado dance, siendo un simple tema pop, lo cual vamos a encontrarnos a lo largo de todo el disco. Un gran punto del disco, sobre todo el solo de saxo.
Perry, en una entrevista a la Rolling Stone hace ya algunos años, dijo que el siguiente track y primer single, Califonia Gurls (con Snoop Dogg), no era su mejor canción, pero que era "jodidamente pegadiza". Y así es, sin tener un momento de explosión, consigue que la cantes sin aburrirte a lo largo de sus 3:55 minutos. Además, fue una gran forma de despedirnos del estilo pin-up que llevó Katy durante toda su primera etapa (One Of The Boys) mediante su divertidísimo videoclip.
¿Qué sería Rihanna sin We Found Love? ¿O Gaga sin Bad Romance? Pues lo mismo que Katy Perry sin el siguiente tema, Firework: nada. Y es que, si hay que marcar un momento emocionante en el disco, ése es Firework. Con un videoclip tan bueno que se me ponen los pelos de punta de solo recordarlo, pasará a la historia como uno de los mejores temas entre 2000 y 2010.
Primera canción que, por desgracia de sus fans, no fue single. Peacock lo tiene todo: una melodía cantable, un estribillo pegadizo y un afán de provocación más que extraño en una chica tan católica como Perry. Hubiese sido un número 1 fácil, pero resulta mucho más enternecedor que la guarde como la joya de sus fans.
Circle The Rain es una de esas muestras de pop/rock que más que buscar el éxito, quiere ser un tema del álbum, que le de más consistencia, un toque personal. Es algo flojilla, pero me parece tan guay que la meta que no voy a decir que sobra.
Si tengo que hablar del temazo del disco, del que sobresale, no dudo en decir que es The One That Got Away. Ese medio tiempo con toques de balada, con uno de los mejores vídeos de su carrera, pegadizo y melancólico. No llegó al 1, ni falta que hizo. Suerte que no fue the one that got away del disco. Gracias, Katy.
E.T., la versión de Katy sola, es adictiva, agresiva, un tema fuerte y oscuro que pasará a la historia por el mejor vídeo de Katy Perry, y de los mejores del pop. Esa estética, ese cuidado del detalle, esa historia. Sencillamente impresionante.
Who Am I Living For, en composición, tiene madera de temazo. Sin embargo, a pesar del aura oscura que rodea al tema, la voz de Perry suena demasiado chirriante y la producción muy simple. Una pena, siempre será un "pudo haber sido".
Pearl comienza como un medio tiempo oscuro e hipotizante, algo que parece estar en todos los album tracks del disco, sin embargo, en el estribillo, sin dejar de sonar tranquila, se vuelve algo más pop, dejando de ser tan oscura para pasar a ser la típica canción que pega con los días de lluvia. Así sí.
Hummingbird Heartbeat es pop, es muy Katy Perry, te obliga a cantarla. Puede que no sea uno de los mejores temas de la intérprete de I Kissed A Girl, pero es muy de su rollo y no suena nada a relleno.
Not Like The Movies es absolutamente perfecta para cerrar la primera edición del disco. Una balada preciosa que nos dice que no existen los cuentos de hadas, que el sueño adolescente es solo de las películas.
La re-edición, The Complete Confection, se abre con un acústico de The One That Got Away. Me gusta, no es Florence Welch, pero canta bien.
Part Of Me, el sencillo más exitoso de la cantante (debutó como número 1 en el Billboard Hot 100) es como un The One That Got Away vitaminado, un E.T. menos oscuro. Y suena muy bien, muy cantable y con una voz por parte de Perry tranquila pero conservando su intensidad y timbre característico.
Wide Awake, el que fuera el último single del sueño adolescente de la popstar católica que se operó las tetas, es bonito, muy pop, y bastante diferente del resto de sus canciones, sin perder su esencia. Eso sí, a mi parecer, su vídeo es horroroso.
Cerramos el disco (porque después hay un megamix y un par de remezclas con raperos de dos de sus singles, lo cual ni voy a comentar) con el que iba a ser el segundo y último single de la re-edición -le sustituyó Wide Awake-, Dressin' Up. Es sexy, oscuro, muy del estilo de Pearl o Circle The Rain pero con un estribillo que le hubiese garantizado un buen puesto en las listas. A mí, particularmente, por su letra y su melodía, me gusta más que Wide Awake, pero no se puede tener todo.
En definitiva, está claro que Teenage Dream y su correspondiente re-edición han sido muy bien exprimidos por Perry, y te das cuenta de que, aunque el disco no tenga ni un solo tema al que llamar "malo" -quizás Circle The Drain y, sobre todo, Who Am I Living For, flaqueen un poco-, lo verdaderamente bueno lo has escuchado ya por la radio y tiene su correspondiente vídeo, salvo un par de excepciones (Peacock y Dressin' Up). Un gran segundo álbum que le garantiza una longeva carrera en el pop, aunque quizás siempre a la sombra de las grandes (¿quién sabe? eso se decía de Rihanna y mírala ahora). Espero que su próximo disco tenga este estilo y no se pase al dubstep.
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