Cuando el fenómeno Hannah Montana aburrió a la cantante y actriz (he de decir que es una de las mejores series que ha hecho Disney nunca), decidió que su estilo tenía que cambiar a algo más sexy y maduro, para que la tomasen en serio. Este cambio, demasiado precipitado para unos y muy poco creíble para otros, dio sus frutos en el disco Can't Be Tamed, que me dispongo a comentar ahora.
El disco se abre con un guilty pleasure inmediato, Liberty Walk. No es una canción sobresaliente, pero esa mezcla de electrónica que en cualquier momento parece que se va a convertir en uno de esos temas dance que inundan la radio (sin llegar a hacerlo), unido a la inspiración del rap del puente (perdón si algún rapero se siente ofendido) la hacen irresistible. Además, cuando los críticos decían que Lana Del Rey parecía Miley en la canción National Anthem, está claro que se referían a esto. 8/10.
El concepto "temazo" nos viene pronto con la maravillosa Who Owns My Heart?, que no solo es el segundo single del álbum sino el mejor tema del disco. Una gran forma de demostrar que se puede usar la electrónica sonando genial y sin hacer uso de los puentes dubstep. 10/10.
El primer single del disco es Can't Be Tamed, en el que demuestra que no puede ser domesticada, y que si quiere hacerse la malota por unos años, nadie la va a parar. Uno de esos temas atemporales que, si no hubiesen venido de una chica Disney, hubiesen tenido un éxito tremendo. Además, el vídeo es espectacular. 9/10.
La ex Destiny Hope Cyrus se pone melodramática y aburrida en Every Rose Has Its Thorn. Muy ¡EH, MIRADME, SOY PROFUNDA Y MADURA! Pero no le sale bien. 4/10.
Y llega Two More Lonely People. No es la mejor composición del álbum, pero al menos la producción hace que pase de un balada aburrida a un medio tiempo interesante. 7/10.
Otra balada más. Forgiveness And Love no es mala, pero tampoco es nada del otro mundo. Next. 5/10.
Si de por sí la Cyrus tiene un tono nasal interesante, cuando abusa del autotune se vuelve bastante curioso. Permanent December es de estas canciones que te dividen; una parte la adora y la otra la ve demasiado estúpida. Y quizás es eso, por ser tan tonta, es sencillamente genial. Muy Britney. 7/10.
Si hay un Stay que me guste tanto o más que el de Rihanna es éste. Un tema suave, relajante y con el que hasta el menos sensible podría llorar. Una maravilla. 10/10.
Muy en la línea del disco llega Scars. La verdad es que suena muy bien, pero tampoco destaca. 7/10.
Take Me Along es tan parecida a Two More Lonely People que sientes que has entrado en un bucle. Parece que Miley se estanca. 6/10.
Parece que algo diferente se asoma con Robot. Aunque, eso sí, no tiene que ver con la composición, que sigue la línea de todo el disco, sino con la producción, que parece ser algo diferente al resto de temas. No pasará a la historia, pero llega en el momento adecuado. 8/10.
My Heart Beats For Love pone la guinda a un disco irregular. La producción es muy bonita, culminándolo como un gran tema. 9/10.
En definitiva, Can't Be Tamed es un disco que, a pesar de sus fallos, resulta bastante maduro y bien hecho, mucho más de lo que se esperaba de ella. Una buena forma de demostrar que merece la pena. Personalmente, espero que en su próximo disco sepa cómo reinventarse, mejorando y sin caer en las garras del quemado dubstep, o si lo hace, que sea al menos innovando, que últimamente todo suena igual.
"And I feel you comin' throught my veins. Am I into you? Or is the music to blame?"