Vivimos en una época en el que los artistas, lejos de mantenerse fieles a su estilo para intentar imponerlo en una etapa en la que el pop no sigue ningún camino concreto, deciden irse por las ramas más impensables: Katy Perry jugando con sonidos noventeros o hip-hop, Lady Gaga haciendo un disco de versiones jazz con Tony Bennett, Sky Ferreira sucumbiendo al encanto del punk-rock y el pop sucio, HAIM lanzando una versión de My Song 5 con un rapero... Si bien ya vimos que Taylor coqueteaba con el pop (y hasta con el dubstep) en Red, su anterior disco, con este adelanto de 1989, su nuevo disco, ya vemos que aquella cantante de country tan promocionada por Disney ha desaparecido.
El primer single del ¡quinto! disco de la jovencísima Swift (casi 25 años) se presenta como una oda a la diversión y al 'se tú mismo' en forma de tema uptempo con bien de vientos, melodías pegadizas y percusiones marcadas. Shake It Off, compartiendo título con Mariah Carey, es un tema que se aleja de ese sonido anterior no solo en lo musical, sino en lo lírico, sin temas dedicados a ex-novios (lo cuál es un gran alivio, aunque no dudo que habrá mucho de eso en el disco). Sin embargo, aún siendo un tema absolutamente dirigido hacia las listas, quizás por esa falta de personalidad (nadie diría que es un tema de la estadounidense) o por acercarse un poco demasiado al sonido de los primeros One Direction y demás bandas del fenómeno teen pop, resulta un tema que sí, transmite un buenrollismo claro y se queda en la cabeza en la primera escucha pero deja una sensación de que para ser un primer single, podría ser infinitamente mejor. Y no es que esperase de Taylor un Like A Prayer o un Venus, pero al menos no algo tan aleatorio como este animado tema.
El vídeo, de forma obvia ya que ha salido a la vez que el tema, va en concordancia con el carácter optimista del tema y, aún con una estética demasiado vista, resulta un vídeo correcto y apto para el tema que acompaña. Un vídeo en el que Taylor, manteniendo el toque cómico de vídeos como el de We Are Never Ever Getting Back Together, se muestra haciendo actividades tan dispares como el ballet o el twerking, mostrando a propósito que es bastante torpe en todas pero aún así siendo una llamada a la diversión.
Mención especial a la portada que no solo resulta mucho peor que la de Red (tengo la impresión de que últimamente está de moda hacer portadas feas y cutres) sino que llega muy tarde a una estética tan trillada como la Super 8, aunque resulta un acierto el detalle de poner T. S. Veremos si 1989, en palabras de Swift, su primer disco verdaderamente pop, está a la altura.
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