lunes, 27 de agosto de 2012

Nicki Minaj - Pink Friday: Roman Reloaded


No veo mejor forma de comenzar mi blog que con la crítica a un disco que está dando mucho que hablar y que quería comentar desde hace mucho.
No creo que Minaj se equivoque al describir este disco con la palabra "libertad". La verdad es que yo, hace cosa de un año, detestaba a esta chica. La veía una acoplada al tren de las popstars liderado por la Gaga, y que no aportaba nada al mundo ni con su música ni con su estilo (una versión alegre y aún más loca del estilo de la ya mencionada Lady Gaga). Pero no podía estar más equivocado.
Según he notado en este disco, Nicki es una popstar que se ríe del pop. Se descojona, para ser más exactos. Desde fuera, parece una maleducada que busca la transgresión y el escándalo, pero, aunque conseguirlo le divierte, no es su objetivo. Su objetivo es algo que parece que se está perdiendo en el pop y en el mundo en general: la diversión.

Y lo demuestra con la primera y la última canción de la versión estándar del disco: Roman Holiday y Stupid Hoe. Son dos canciones que tienen rap, tienen pop, pero sería difícil catalogarlas como canciones de esos estilos. Aquí Nicki no solo canta, no solo rapea, también grita. Se lo pasa absolutamente bien, aunque sabe que esas dos canciones solo les gustarán a una pequeña parte de los compradores del disco. Y no le asusta, le encanta. No se toma en serio nada, y eso la hace ser tan buena.

En la primera parte del disco, la parte hip-hop, nos encontramos como canciones muy notables, Roman Reloaded con Lil' Wayne (esos "bang"s son irresistibles) y Beez In The Trap, tercer sencillo del disco, y que, a pesar de no ser una canción muy notable, la forma de interpretar de Nicki y la producción de Kenoe la hace muy entretenida.
En la parte rap, el disco da un bajón cualitativo con Champion (con NAS, Drake y Young Jeezy), Right By My Side (segundo sencillo en el que colabora Chris Brown) y Sex In The Lounge (con la aparición de Lil' Wayne y Bobby V), que no tienen por ningún lado el toque Nicki de los anteriores temas.

En el resto del disco, vemos pop. A veces Nicki rapea, a veces es más dance, pero sigue siendo un pop que, aunque se empeñe en negar, puede ser perfectamente confundido con canciones de Lady Gaga o cualquier otra popstar. Pero no por ello es malo.
Starships y Pound The Alarm abren esta etapa del disco. Dos canciones hechas para la radio, para triunfar. No aportan mucho, y no hay demasiada diferencia entre ellas, pero si Nicki quiere usarlas como gancho para que la gente escuche su disco y descubra su no tan conocida faceta de rapera, bienvenidas sean.
Lo más destacable de la parte pop es Whip It, que es parecida a Starships pero parece aún más veraniega, y hubiese quedado genial de primer single. También debo destacar Beautiful Sinner y el baladón Marilyn Monroe. Tras estos temas, el disco da otro bajón hasta Stupid Hoe, que pone la guinda a un disco divertido, bailable y, salvo excepciones, bastante diferente a lo que se ofrece en el pop ultimamente.

Respecto a la versión deluxe, solo destaco Va Va Voom, que estaba previsto como primer single del ábum y que, sin ser tan trallero como este, resulta un tema bailable bastante bueno y que hubiese funcionado bien.

Esta es la crítica al último álbum de Minaj, que tiene casi cinco meses y me sigue dando subidones (y bajones, en el caso de Marilyn Monroe) en mi iPhone. ¿Algo que decir? Déjamelo en un comentario. :)


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