sábado, 1 de marzo de 2014
St. Vincent - St. Vincent, un disco que cualquier amante del pop debería conocer.
Me reconozco nuevo en el mundo St. Vincent. Por supuesto, la conocía, pero nunca me había llamado la atención. “Una hipster más”, pensaba. Sin embargo, todo cambió con este vídeo. Y diréis, ¿qué tiene de especial este vídeo? Pues es que, aunque parezca un simple audio (concretamente, el de Digital Witness) con una foto, no lo es; si te fijas bien en Annie (nombre de pila de St. Vincent), se mueve ligeramente, y tanto que se mueve, pues la supuesta foto no es sino un vídeo que la primera vez que lo vi me hizo pensar si estaba loco.
No es difícil saber qué artistas han influenciado a St. Vincent; no es difícil imaginarla a los 16 con una camiseta de Bowie y pasando de escuchar Abbey Road a Ray Of Light. Sí, tanto David Bowie como The Beatles y Madonna, entre otros, están presentes en este disco de forma casi continua; sin embargo, hay alguien que predomina en el disco: Annie Clark. Y es que St. Vincent tiene un sonido tan propio, que es inconfundible. Dicho esto, me dispongo a mostraros un adelanto de lo que encontraréis en este álbum de 11 piezas:
Una base sencilla, electrónica y minimalista abre Rattlesnake y el disco. Sobre este tema, St. Vincent ha dicho que lo escribió tras ver a una serpiente y salir corriendo. Y no es de extrañar, porque el tema mezcla el rock y la electrónica dando una sensación de terror, de obsesión y de adrenalina. Si bien parece arriesgado comenzar el disco con un tema en el que los vocales suenan muy editados, Rattlesnake, con sus “am I the only one in the only world” y ese solo de guitarra es un gran avance del discazo que se nos viene. 9/10.
Sea buzz single o el verdadero primer single de este disco, Birth In Reverse abrió la nueva era, y qué manera de hacerlo. Rockera pero pegadiza, ligeramente bailable, es como si la cantante hubiese cogido un tema de The Beatles y le hubiese añadido electrónica, ruidos y efectos, dejándonos un efectivo segundo tema. 8,5/10.
La adrenalina baja con uno de los temas más Madonnescos del disco, Prince Johnny. Sin embargo, que no vayas a bailarla, no significa que esa preciosa melodía, los dulces vocales y el fantasmagórico coro de fondo (todo aderezado con una inteligentísima percusión) no vayan a engancharte. Al contrario. Un clásico instantáneo. 9/10.
Con una base algo más animada pero siguiendo la estela del anterior nos llega Huey Newton. En tres temas nos ha dado electrónica, rock y un medio-tiempo más que íntimo. ¿Qué nos aporta entonces Huey Newton? Pues aparte de ese contraste tan genial con un solo de guitarra (el mejor del disco, por cierto), el cuarto de tema de St. Vincent nos da unos vocales irresistibles, con unos agudos técnicamente perfectos. El toque Bowiesco hacia la segunda mitad del tema se hace más que claro. 8,75/10.
El verdadero primer single del disco, o al menos el único con vídeo (por cierto, muy interesante, colorido y encima rodado en Madrid), no deja de lado las guitarras, pero esta vez no están para nada tan presentes. La verdadera protagonista de este tema es esa gamberra base funk que lo hace no solo el tema más bailable del disco, sino el más pegadizo. Cantarás esos “what's the point on even sleeping”, créeme que lo harás. 10/10.
Contrastando, vuelven los medios tiempos con I Prefer You Love, en el que la de Oklahoma se pone sensiblona e introspectiva en un tema que dedica a su madre y que, para qué negarlo, me encanta. No es lo mejor del disco, no hace nada nuevo, pero es tan bonita... 8/10.
Quizás algo peor se presenta Regret, que no es para nada su mejor melodía. Poco más que decir. 6,75/10.
La adrenalina vuelve mucho más rockera y bailable en Bring Me Your Loves, el seguramente futuro single que combina una base rítmica pegajosa, un teclado al más estilo película de miedo de los ochenta, guitarreo sucio y una melodía extremadamente rock. Otra genialidad escondida en este disco. 9/10.
Más pop y casi con un toque sesentero comienza Psychopath, en la que una base sencilla se repite durante todo el tema con pocos añadidos hasta el estribillo, que resulta casi tontorrón pero muy efectivo. Esos ah, ah, ah no son lo mejor que ha compuesto, sin duda, pero resultan lo más pop del disco y no puedo mentir, se te quedan en la cabeza. 7,75/10.
Con una base parecida a la del ya lejano Rattlesnake llega Every Tear Disappears, en la que la inspiración de Bowie se une a una electrónica feista pero sencillamente genial. No es la mejor melodía del disco, pero se escucha bien. 7,75/10.
Para terminar el disco, nada como un medio-tiempo en el que David Bowie se hace omnipresente, siendo Severed Crossed Fingers un tema en el que la inspiración del Aladdin Sane se hace mucho mayor que en el resto del disco. Un emocionante tema con el que termina un emocionante disco. 8/10.
Definitivamente, la portada de el disco homónimo de St. Vincent es un reflejo perfecto de su música. No estamos ante temas facilones, ni accesibles para el público en general. Sin embargo, bajo esa estética feista se esconden temas fascinantes, realmente emocionantes. St. Vincent es un disco variado, curioso y muy pop, justo como su creadora.
PD.: con motivo de las 20.000 visitas, inauguro nuevo diseño, como podréis apreciar, mucho más rosa que el anterior. ¡Veinte mil gracias!
“But all the good in me is because of you.”
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