¿Para qué negarlo?, el vídeo de -para mí, uno de los mejores temas de Unapologetic- Pour It Up es un despropósito. En una muestra de falta de elegancia y finura, la de Barbados se pone un tanga vaquero, hace twerk, baila en una barra, se pone una de las pelucas más falsas y feas de la historia del pop, se revuelve entre billetes con un atuendo al más puro estilo Lady Gaga cuando promocionaba The Edge Of Glory. Pero no, Rihanna no es lo peor del vídeo, sino las strippers que se mojan el trasero, se descoyuntan en la barra o forman ángulos de 180º abriéndose de piernas. Esto, unido a una iluminación y un decorado de lo más cutre, nos deja un vídeo hortera y kitsch que horrorizará a cualquiera y divertirá a más de uno.
Entonces, si el vídeo es tan malo, ¿por qué digo que se salva? Porque creo que honra mucho a Rihanna -o a su equipo- que lo lance ahora, para contentar a los fans, que antes, para conseguir promoción del single mediante la polémica. Y es que este vídeo hubiese convertido Pour It Up en más que un éxito urban, podría haber sido un nuevo hit de la de Barbados. Pero, en una muestra de que la era Unapologetic no solo busca el éxito comercial sino buscar la vena sensible de la Navy, el vídeo lo lanza ahora para que sus fans se regocijen viendo las posturas imposibles de la co-escritora de Te Amo.
Como vídeo, Pour It Up es una bazofia -no por lo sexual que es sino por lo mal dirigido que está-. Como gesto, me parece bastante destacable.
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