lunes, 7 de abril de 2014

Madonna - Ray Of Light, lo de Reina del pop es por algo.


Dicen que los domingos son para retomar clásicos. Bueno, lo digo yo, la verdad. Planeaba un domingo de películas, pero es que La Naranja Mecánica sigue siendo tan buena que exhausta a cualquiera. Por eso, cogí Spotify y tuve la genial idea de recordar un disco tan perfecto como es Ray Of Light, séptimo disco de Madonna, y me acordé de que no había hablado de él aquí.
El legado de Ray Of Light es grande, considerado como uno de los mejores discos de todos los tiempos, y no es por nada. Ya de primeras empieza grande, con ese medio-tiempo electrónico con toques ambient tan bonito y rotundo como Drowned World/Substitute For Love, que transmite paz y calma por todos sus costados, siendo posiblemente uno de sus mejores temas. Esa tranquilidad se vuelve frenetismo en el otro temazo del álbum, el que titula al disco, clásico instantáneo y con un guitarreo fresco y moderno. Otra de las facetas más irresistibles del disco es cuando mezcla pop -rozando el dance- con sonidos ambientales, como puede ser el caso de Candy Perfume Girl, la potentísima Sky Fits Heaven o la magistral Skin, tan atemporal y fresca como bailable.
Más pop y Madonnesca suena Nothing Really Matters, a medio camino entre la melancolía y la alegría que transmite un buen estribillo de la de Michigan. Por supuesto, si no fuese ya experimental el disco, se vuelve a dar una vuelta de tuerca en la preciosa Frozen, totalmente novedosa para la época, o Shanti/Ashtangi, fruto de los vínculos con el cabala de Madonna.
Todo son aciertos en este disco, destacando de la última recta la pegadiza melodía de The Power Of Good-Bye, de las mejores del disco, y la moderna Mer Girl, que cierra el disco confirmándote que has escuchado algo totalmente moderno aún teniendo ya 16 años. No hay temas de relleno, no hay una sola canción en la que Madonna se conforme, todo el disco está lleno de pequeñas obras maestras que muestran que el pop puede dar mucho más de sí de lo que nos hacen creer.

En definitiva, este séptimo disco de Madonna no solo la confirmó como la indiscutible Reina del Pop, sino que le brindó su mayor expresión artística, con un conjunto de canciones que aún, a día de hoy, suenan perfectamente novedosas. ¿Madonna lo inventó todo? Puede que no, pero está claro que el impacto de este disco es tan grande que no podemos negar su importancia. Solo podemos achacarle una excesiva duración a las canciones, pero, sin lugar a dudas Ray Of Light es un disco perfecto.

9,17.

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