sábado, 5 de abril de 2014

Metronomy - Love Letters, mezcla y acertarás.

Me declaro nuevo en el mundo de Metronomy. Para todo hay una primera vez, y supongo que ésta es la mía. Estoy constantemente escuchando discos, pero sobre todo pongo como prioridad los que tengan una portada, si no bonita, al menos llamativa. Creo que la portada que más me llamo la atención de 2013 fue la de Pressures de Unmap (con perdón de las tetas de Sky Ferreira), y hasta ahora, cuarto mes del 2014, la que más me ha gustado es la de este Love Letters que bien podéis apreciar. Relieves rosas y letras sesenteras, una portada que resume muy bien lo que vas a escuchar en el disco y que casi parece hecha con un rotulador por un alumno aventajado de Plástica de 3º de ESO. Esa genial portada, unida al hecho de tener 10 tracks y lo increíblemente sugerente que me resulta tanto el título como el propio nombre del grupo hicieron que le diese al play.


Si bien el disco comienza bastante bowiesco al principio con The Upsetter, quizás ése sea el peor fallo del disco. Y es que el tema, sin ser malo (sobre todo si eres fan de Bowie), no representa en absoluto un disco que, sin dejar de ser electrónico y rock con toques melódicos, tiene momentos tan pop como ese coro sesentero femenino del siguiente tema, el single I'm Aquarius, un tema pegadizo y precioso. Los coros femeninos salen de nuevo en el primer single, el rítmico y poderoso Love Letters, con una intro de saxo mucho más melancólica de lo que nos espera tras ella.
Pero por supuesto, un disco no es sus singles, y hay muchos más aciertos en él, como Monstrous, en el que las comparaciones con Bowie vuelven a ser inevitables, pero no se queda ahí, siendo aderezado con unos teclados que, sin dejar de brillar por sí mismos, sirven como perfecto acompañamiento a la teatral melodía; o Boy Racers, una sorprendente pieza electrónica instrumental en la que nos devuelven a Kraftwerk. Por no hablar de The Most Inmaculate Haircut, que a pesar de su hilarante título, es una de las pistas más bonitas, o Reservoir, con su divertida y pop base.
Aunque quizás The Most Wanted y el ya mencionado primer tema sean algo peores que el restos (por ser las que menos tienen que ofrecer), el disco no tiene en ningún momento un bajón considerable. Ni aún estando la primera parte mucho más llena de singles potenciales que la segunda, el disco no falla en ningún momento, y eso es algo más que considerable en estos tiempos musicales que corren.

Quizás podamos ponerle como pega la falta de un tema que arriesgue, que se salga del molde del álbum (aunque Boy Racers está cerca), pero este cuarto álbum les confirma como una banda que no deberíamos perdernos. Un gran trabajo en el que los ingleses unen con mucho acierto sonidos más vintage con electrónica actual. Recomendado.

8,6.

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