sábado, 5 de abril de 2014

Vampire Weekend - Modern Vampires Of The City, rozando la perfección.

El otro día me planteaba si tenía sentido rescatar aquellos álbumes del año pasado de los que había hablado pero que no tenían ninguna reseña y hacerla ahora. Una parte me decía que no, que no merecía la pena, pero otra parte de mí se moría de pena de que discos como el de Artic Monkeys o el de HAIM se quedasen sin entrada. Por supuesto, la música tiene siempre la respuesta y fue poner este Modern Vampires Of The City y darme cuenta de que no podía quedarme sin hablar de él.

Tan importante es cerrar bien un disco como abrirlo, y éste no podía empezar mejor. Quizás uno de los mayores aciertos del trabajo es empezar directo, sin introducciones largas y que a veces son totalmente prescindibles. Obvious Bicycle no solo comienza con la música y su brillante percusión, sino que desde el primer segundo comienza a sonar la preciosa voz de Ezra Koenig, vocalista y compositor lírico principal. Es un tema que destaca precisamente por lo casi magistral de su composición, con una melodía tan bonita como la de Unbelievers, muy por el estilo, o Step, en la que el grupo juega con arreglos vocales. Las melodías son sin duda uno de los puntos fuertes de este tercer disco de la banda.


Tanto si se ponen más tristones -Hannah Hunt, con su magnífica intro electrónica y sus arreglos de piano- o se ponen divertidos y gamberros como en el primer single del disco, la magnífica Diane Young, en la unos muy pop Vampire Weekend juguetean sobre todo en el puente, la banda parece acertar siempre, ya sea en los estribillos (como el frenético de Finger Back, el casi perfecto de Everlasting Arms o el genial de Ya Hey, en el que juguetean con el más puro autotune) o en los versos (como en la de inspiración country Worship You, que es tan apoteósica y agitada como Finger Back). Por supuesto, tiene momentos algo menos fuertes como Hudson, siendo el único tema que suelo saltar del disco. Sin embargo, cada tema del disco tiene algo, una personalidad propia que, sorprendentemente, no hace que el disco sea un batiburrillo, sino que tenga una cohesión increíble.

Modern Vampires Of The City es un disco perfecto para cualquier momento. Melodías preciosas (todas a cargo, y casi siempre únicamente, de Rostam Batmanglij, el prácticamente lider de la banda) y unas letras a cargo del vocalista llenas de simbolismos y referencias que hacen de este disco un trabajo casi perfecto que viene a asegurar que Manrique se equivocaba, que no todo tiempo pasado fue mejor, que aún hay esperanza para la música.

8,69.

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