lunes, 7 de abril de 2014

Shakira - SHAKIRA., dando pasos de ciego.


Lejos quedan aquellos primeros discos de una prácticamente desconocida Shakira en el mundo pero toda una diosa en los países hispanohablantes. Atrás dejamos Sigo Aquí, Ciega, Sordomuda, Te Dejo Madrid o Suerte; aquella colombiana cuya música tenía como principal objetivo conquistar Sudamérica y España. La Shakira de los últimos años se ha centrado en conquistar el mundo como una Rihanna más, y vaya si lo ha hecho. Por desgracia, aquellos temas pop-rock con tantísimo carisma se quedaron también con la antigua Shakira, viniendo temas dance con más o menos personalidad pero que hacían extrañar los viejos tiempos. Tras unos años en los que los comentarios hacia Shakira eran o respecto a su matrimonio con Piqué -y su hijo Milán, por supuesto- o críticas hacia cómo se había vendido en la música, parece que la de Barranquillas quiere volver a su antiguo yo y reconquistar a aquellos decepcionados fans que se marchaban al ver cómo las guitarras se convertían en sintetizadores y las ingeniosas letras en estúpidas letras arquetípicas.

Prueba de ello es el primer single, Can't Remember To Forget You, en el que, sin renunciar al éxito en EEUU (prueba de ello es el inglés, a pesar de haber una versión en español que abre el disco, y la colaboración con Rihanna), vuelve con ese pop-rock con influencias reggae. ¿El problema? El tema es malo como él solo, aunque los vocales de la de Barbados son de sus mejores. EEUU no es algo a lo que no se haya mirado en este disco, y eso se ve, por ejemplo, en el obligado tema dance Dare (La La La) (o simplemente La La La) que prometía pero resulta chabacano y bastante poligonero en su versión final, con un toque muy mundial de fútbol (ejem, ejem...); o en Medicine, balada country en la que colabora Blake Shelton y que parece ser el actual single para el país de las hamburguesas. De esta tanda, solo resulta interesante Chasing Shadows, con sus atractivos bajos y su toque dance tranquilo.
Sin embargo, sí debemos decir que el resto del disco sí parece un intento de vuelta a aquella Shakira de la que hablábamos antes. 23, sin sonar tan rotunda como los temas de Fijación Oral (Vol. 1), es una balada bastante salvable; Empire, temazo del disco, sí suena preciosísima y, a pesar de la horrorosa distorsión en el estribillo, resulta un tema más que digno; Cut Me Deep, con Magic!, sin dejar de sonar a orquesta de pueblo, tiene esos toques reggae que le dan cierta personalidad y You Don't Care About Me, aunque algo soporífera, tiene una producción interesante.
Sin embargo, lo que Shakira no ha recordado en este disco es que la gente no se enamoró de ella solo por esa mezcla de pop y rock tan buena, sino porque los temas eran buenos. Y es que salvo Empire, ningún otro tema del disco que busque recuperar a su público perdido podría ser un buen single. The One Thing, con ese horroroso puente semi-rapeado, es ciertamente olvidable; Boig Per Tu, versión de Sau, pierde toda su personalidad en la versión en español (track 9), pero es totalmente estropeada en la versión en catalán por su terrible pronunciación y tanto Spotlight como Broken Record podrían ser unos descartes de Katy Perry.

Quizás Shakira debería replantearse su carrera. Y es que el décimo disco de la chica suena como un batiburrillo de temas que buscan conquistar al mercado estadounidense (y, de momento, sin mucho éxito) y temas que tratan de traernos de vuelta a la Shakira de sus primeros discos pero que resultan olvidables y prescindibles. Me quedo con Fijación Oral, de lejos.

6,8. (Nota hecha sin contar dos veces los temas con más de una versión)

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